Artículos sobre educación II

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EDUCACIÓN SUPERIOR
¿Puede ser España una potencia económica en educación?

Publicado el 12-03-2010 por Quique Rodríguez. Madrid

La educación superior es uno de los sectores con mayor potencial en todo el mundo y 'Bolonia' supone una oportunidad para la captación de alumnos extranjeros. ¿Estamos preparados para aprovechar esta fuente de riqueza?


Salud, biotecnología, telecomunicaciones, energía y educación son sectores con gran potencial de desarrollo, que tendrán un rápido crecimiento sostenido en el tiempo. "La globalización está incrementando el volumen de negocio de la formación y, particularmente, el de la educación superior", afirma José Luis Bozal, director de la Asociación Española de Escuelas de Dirección de Empresas (Aeede), que reúne a doce de las escuelas de negocios más grandes del país.

Parece que no hay duda de que la educación superior es uno de los nichos del futuro. Ya lo predijo Peter Drucker hace tres décadas. Santiago Íñiguez, rector de IE University y decano de IE Business School, explica las causas: "Va a crecer porque es una clara necesidad de mercado. Por la exigencia de una formación permanente a lo largo de toda la trayectoria profesional y por la prolongación de la vida laboral".

Este sector, además de su importancia estratégica y social como vehículo para formar a los recursos humanos del futuro, puede ser en sí mismo una gran fuente de generación de riqueza y actividad económica para los países: algunos lo han convertido en una de sus principales fuentes de divisas.

En España, las universidades públicas representan el 0,6% del valor añadido bruto global de la economía española, según el informe anual que elabora la Fundación CyD. O lo que es lo mismo, aportan a este índice 5.470 millones de euros. Un indicador, el VAB, que puede tomarse como equivalente a la aportación al PIB de nuestro país.

En términos de empleo, estos centros ocupaban en 2006, últimos datos disponibles, a casi 150.000 personas, el 0,8% de los trabajadores del país. Si se suman los empleos indirectos, el número crece hasta casi 275.000, el 1,1% de la ocupación total.

A la riqueza generada por las 50 universidades públicas hay que sumar el impacto de las 27 privadas, que facturaron en conjunto 780 millones de euros, según la consultora de estudios de mercado DBK. Martí Perallada, coordinador general del Informe CyD, estima que la aportación de éstas últimas a la economía española podría cifrarse en el 0,2% del VAB.

Escuelas de negocios
Pero, además, en nuestro país convive un gran número de escuelas de negocios y centros de posgrado privados, al margen de estas instituciones oficiales. No existen muchos datos, pero según los cálculos de la Asociación Española de Escuelas de Negocios (AEEN), este sector movió en 2009 un volumen de negocio de unos 540 millones de euros, en línea con el estudio de mercado de DBK, que lo cifra en 555 millones. Estos centros de posgrado, según las estimaciones de la AEEN, emplean a unos 4.000 trabajadores, y por sus aulas pasan unos 12.000 profesores al año.

Pero estas instituciones aportan al país mucho más, porque un 25% de sus 115.000 alumnos anuales en programas de larga duración proceden del extranjero. Son jóvenes con poder adquisitivo que residen y consumen en nuestro país, generalmente durante al menos un curso académico. Según el secretario general de la AEEN, Héctor Martínez, cada uno podría gastar en España 10.000 euros, a lo que habría que sumar el consumo provocado por los españoles que también cambian de ciudad para estudiar. En conjunto, la riqueza generada por estas escuelas de negocios no oficiales puede ser de 1.200 millones de euros, otro 0,1% del PIB.

Mercado internacional
A pesar de las muchas críticas que recibe frecuentemente nuestro sistema educativo superior, de que ninguna universidad española aparezca en los 200 primeros puestos de los rankings internacionales y de los suspensos de la OCDE en materia de resultados educativos, lo cierto es que España se ha convertido en el destino predilecto de los becarios Erasmus: 25.000 eligen cada año nuestro país, que encabeza esta clasificación. Hace dos décadas, sólo llegaban 1.000.

Además, según los últimos datos del informe Education at a Glance de la OCDE, España se sitúa en el top ten de naciones con mayor cuota de mercado de estudiantes que realizan estudios de educación superior fuera de su país, atrayendo al 2% de los tres millones de jóvenes que en 2007 estudiaron en el extranjero. Es decir, casi 60.000 alumnos. Aunque sigue muy lejos de los líderes, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Australia o Canadá.

Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Educación, del curso 2007-2008 al 2008-2009 han aumentado un 15% los alumnos extranjeros en nuestras aulas. Un crecimiento que ha sido espectacular en los másteres oficiales, en los que han subido un 52%, suponiendo ya el 23% de los alumnos totales. En los estudios de grado, no obstante, el porcentaje es muy inferior, el 3,6%, para alcanzar una media en el conjunto del sistema universitario público del 4,4%.

"Somos un país interesante para los candidatos de habla hispana y también podemos serlo para los de otros orígenes, porque somos puente entre Europa y Latinoamérica. España es un destino atractivo para el turismo educativo, por nuestro clima y porque tenemos una riqueza cultural mucho mayor que otros destinos. Esto puede ser una gran fuente de riqueza para el país porque es un público de cierto poder adquisitivo, son turistas de lujo. Además, a largo plazo, estos estudiantes aportan a las empresas del país una red de contactos internacionales en el mundo de los negocios", asegura Arturo de las Heras, director general del Grupo CEF, propietario del Centro de Estudios Financieros y de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima).

Mejoras
Pero, para lograr este objetivo, hay también muchas cuestiones que corregir. El visado de entrada al país para estudiar y el posterior permiso de trabajo si el estudiante desea permanecer aquí al finalizar sus estudios, son uno de los caballos de batalla de la AEEN para facilitar la llegada del público internacional. "Cada vez es más difícil obtener un visado si no es para estudiar una titulación oficial. Esto no sucede en las potencias de este mercado, como Estados Unidos. Porque el alumno debe poder elegir dónde y qué quiere estudiar", reclama De las Heras.

Otra petición unánime entre los expertos es el aumento de la inversión, tanto pública como privada. España gasta en educación superior el 1,2% del PIB, mientras que la media de los países de la OCDE es del 1,5% y las primeras potencias, como Estados Unidos, superan el 2%.

Por su parte, Íñiguez también cree que España puede ser un referente en el turismo cultural, y Madrid y Barcelona reúnen condiciones para convertirse en hubs educativos, como se conoce en el sector a los grandes polos de atracción de estudiantes internacionales como Silicon Valley, Chicago y Boston en Norteamérica, Londres en Europa o Singapur en Asia.

Pero, para lograrlo, las instituciones españolas deben ofrecer sus programas en inglés y dirigirse al mercado global. Además, según el rector de IE University, sería necesario desregular el sector y reducir las barreras de entrada, para fomentar incluso la llegada de centros foráneos, la incorporación de docentes extranjeros y la iniciativa y el espíritu emprendedor en este mercado, que considera hiperregulado.