Dado que el fracaso escolar en España es un tema de sumo interés, puesto que tenemos las tasas más altas de Europa, y a pesar de la introducción de nuevas tecnologías en las aulas, no conseguimos erradicar o minimizar el problema, he decidido buscar artículos periodísticos que traten el tema, con el fin obtener mayor información sobre el tema, y así poder formarme una opinión. A continuación os presento el primer artículo que he encontrado interesante acerca de la educación.
Publicado por: Elías Alonso Aparicio
La Excelencia en la Educación
La educación es uno de los grandes pilares en donde se debe basar una sociedad. El sustento del desarrollo en todos los ámbitos, ya sea económico, científico, político o social, se compone del nivel y de la exigencia que le otorguemos a la Educación. Esto es algo que nadie debería discutir.
Pero el porqué de este artículo es bien sencillo. Hemos observado con perplejidad cómo en los últimos 10 años el nivel del sistema educativo ha descendido hasta niveles fangosos. No hablemos de los métodos (porque no soy un especialista), de las asignaturas máximas que un alumno debe suspender para no pasar de curso o ciclo, de los temarios que cada día son ínfimos, del número de asignaturas obligatorias y optativas y de los nuevos métodos de aprendizaje de las distintas materias, sino de los resultados que han provocado los distintos cambios en el tema de la Educación.
Las cifras del fracaso escolar en España son de las más altas de la Unión Europea: uno de cada tres niños no finaliza los estudios obligatorios y cerca de la mitad de los que obtienen el título de Graduado en Secundaria lo hacen con asignaturas pendientes. Unos números que tendrían que llevarnos las manos a la cabeza, pero no nos impresionan.
Estamos percibiendo ya en nuestras vivencias diarias, cómo el nivel cultural de la población media es cada vez más bajo, y lo que es más preocupante aún, estamos cambiando los antiguos valores de esfuerzo y amplitud de conocimientos por otros totalmente distintos. En este caso, a los niños no se les inculca desde el colegio y en el seno de la familia unas inherencias que deberían ser aceptadas, como la recompensa por el trabajo bien hecho, el beneficio del interés por el conocimiento o la excelencia como grado máximo del estudio y el trabajo.
Si los niños aprenden que aunque suspendan 4 asignaturas en un curso van a poder pasar de ciclo, no van a intentar superarse y no aprenderán a trabajar para conseguir los objetivos. Se empeñarán en conseguir lo que quieren sin hacer nada a cambio, y eso en el mundo profesional es imposible. Por ese y muchos más motivos España es uno de las países de la Unión Europea con uno de los índices de productividad más bajos.
Aboguemos por la excelencia como fin último de la educación general de una persona, que desde pequeños se les enseñe a cumplir objetivos y a superar metas, lo cual les reportará mayor conocimiento y mayor profesionalidad en el futuro y, por supuesto, que se premie a aquellos que sean realmente excelentes.
Hemos llegado a un punto en el que la sociedad no premia a aquellos que se esfuerzan, y es más glorificado aquel que realiza maniobras oscuras para conseguir objetivos poco éticos. Es un problema de base, y si la Educación en un país no resuelve los problemas reales de la sociedad, ésta irá a peor. Aunque a lo mejor es eso lo que quieren los políticos, tener una sociedad ignorante capaz de ser engañada en cualquier momento. Ahí queda eso.
Elías Alonso Aparicio
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